sábado, 9 de mayo de 2015

Patatas a la italiana

Hará unas semanas desde que hicimos esta receta...
Me propuse repetir los mostachones (y me salieron PERFECTOS, no es porque lo diga yo... parecían de bollería...) y al mismo tiempo hacer alguna otra receta.

Algo que pareciera fácil, con pocos ingredientes (porque no tenía tiempo de ir a la compra) y que fuera salado...

Y entre las recetas de mi bisabuela Amelia me encontré la de las Patatas a la italiana.

Os transcribo tal cual está escrita (en negrita y cursiva sus palabras)

Patatas a la italiana 
Se cuecen y parten como en el caso anterior (eso... tú facilita la receta... me tuve que leer la anterior y ponía lo siguuiente: "después de cocidas las patatas en agua bastante salada, se pelan y se parten en rodajas grandecitas") Con un par de las que resulten más blancas, en el mortero, añadiendo yemas batidas, aceite en bastante proporción (me encanta que sea tan ... exacta con las medidas), vinagre y sal, se hace una salsa espesa. Luego de espolvorear las patatas con un poquitín de pimienta, se las recubre de salsa, se riega ésta con ralladuras de queso y en el horno se termina el incidente. (este final me encanta... aunque yo traduciría con que en el horno se termina el accidente) 


Cuando le expliqué la receta a mi madre... me dijo que seguramente no la había hecho en realidad... que sólo se la había imaginado... porque no tenía ni pies ni cabeza.

Pero oye... yo ya estaba ahí con las cazuelas preparadas, así que no había marcha atrás. 

Así que os explico el desastre lo que hice yo. ¡¡¡¡He de decir que no me dejaron que modificara nada!!!! (el enanito, especialmente) Me insistieron en que no podía tunear las recetas... pero esta vez, mi escasa intuición culinaria me habría dado la razón, lo aseguro. 



1) Sin estar muy convencida de lo que hacía... puse unas cuantas patatas a hervir, con agua "bastante" salada... Vamos... que le eché un poco de sal, pero que no entendía muy bien lo de salar el agua cuando luego se iban a pelar... 


2) Pelé las patatas... Elegí dos... que de blancas tenían poco... (pensé que igual quería decir las que fueran más blandas... se me escapan un poco las indicaciones de la buena mujer)

El resto las corté en rodajas, las puse en una fuente. Les eché un poco de pimienta.. y me puse con las otras dos.





3) Metí esas dos patatas directamente en el mortero... y le di con todas mis ganas... con el absoluto convencimiento a esas alturas de la película de que unas patatas cubiertas por salsa de patata sin duda no podría ser la mejor de las ideas...

Cada vez tenía más claro que mi bisabuela, en un ataque de hambre la pobre... se lo había inventado ("¿quién iba a tener patatas en plena Guerra Civil?... O si tenía patatas... ¿de dónde sacaba el aceite en abundancia?")
Mi madre dice que por lo visto era buena cocinera... Yo no me permito dudar habiendo hecho solo una de las recetas... ¡¡¡pero en serio!!! es como si hacemos una ensalada de lechuga y el aliño es... ¡¡¡lechuga machacada con un mortero!!!

Pero ¡¡¡insisto!!! no me dejaron modificar la receta, así que seguí fielmente las "indicaciones"

Aspecto extraño....
Eché dos yemas de huevo. Eché aceite... (bastante... porque con dos patatas... eso era una masa extraña... así que hasta que conseguí darle un poco de fluidez al asunto) eché vinagre y eché sal.
Y con toda mi fe en la receta por los suelos... cubrí las rodajas de patata y le advertí a mi padre de que no hacía falta que las probase cuando estuvieran hechas.



4) Añadí queso para gratinar... y metí al horno.


Antes del horno...
Después del horno...




RESULTADO FINAL (quedó muy aparente... parecía que iba a estar bueno, incluso)




Opiniones personales:
Al no ser una salsa muy líquida (igual si hubiera echado solo una patata en vez de dos, habría quedado algo mejor...) las patatas sobre las que estaba no se impregnaron para nada... Así que sabían simplemente a patatas cocidas con un poquito (poquiiiiiito) de pimienta. Vamos... una sosería.

SIN EMBARGO la salsa de arriba estaba ¡¡¡buena!!! Excelente no... pero creo que con menos patata y añadiendo queso fundido, quizás...  puede ser un apaño de salsa para alguna otra cosa (igual para alguna carne, no sé...) De modo que no descarto usarla para eso.

Las patatas... si lo volviera a hacer... las asaría... y ya vería qué les echo por encima... lo de cocerlas para echarles un poco de pimienta... como que no.

Cada vez estoy más convencida de que mi bisabuela no hizo la receta... en serio... jaja

Nivel de dificultad: FÁCIL
Posibilidades de carbonización: medias (la receta no da ni para eso...)


SE ME OLVIDABA...

En la receta se usan dos yemas... ¿y qué hacer con las claras?

Yo lo tenía clarísimo... ¡¡¡HICE MERENGUE!!!

En realidad quedó en un intento... porque mi madre, en "su afán por ayudar" (es culo veo, culo quiero...) agarró la batidora, y no sé qué le hizo pensar que yo cuando batía sujetaba el vaso ¡¡¡sin motivo!!! 
En su demostración acerca de cómo usar la batidora sin parecer una histérica... los merengues terminaron así...