sábado, 9 de enero de 2016

La NO receta de judías pintas y mis primeras catástrofes con la olla express

Lo siento, abuela... cualquier de las dos...
Acabo de cometer un alimenticidio...

Sé que este blog era para publicar las recetas que tiene apuntadas mi abuela, y  las de mi bisabuela y todas estas historias. Pero oye... una cocina lo que puede y cuando puede. Y que mi especialidad son los crêpes, lo sabe media España. (Digamos que es lo único que me sale así como "decente")

Pues nada... en esto que volvía yo de trabajar una mañana de sábado cualquiera (pongamos HOY, por ejemplo) y llego a las 14:30. Genial. Súper pronto. Acostumbrada a comer  a las 4 de la tarde... hoy prometía.
Había pasado por la frutería antes y ya me disponía yo a comenzar mi plan post-navidad: verduritas y tal...

Cuando de pronto... me acuerdo de que tengo una olla express... ¡¡genial!! Una amiga mía y de mi madre, quería regalarme algo, y mi madre le sugirió la olla express... (podría haberle sugerido un viaje al Caribe, pero vaya... cosas de madres...) Ahí. reluciente... sin estrenar... desde hará como tres meses.



En ese instante me acuerdo de que tengo una bolsa de judías pintas que las compré específicamente porque tenía una olla express... ¡¡¡12 años hará que no como judías pintas!!! DE HOY NO PASA


Busco una receta rápido por internet. Una sencillita de estas que no tienen ingredientes raros de los que nadie tiene en casa. La encuentro, echo las judías, echo las patatas, echo cuatro condimentos más... Esto promete...
RESULTADO EN MI MENTE..



Y prometía... prometía ser un rotundo fracaso, evidentemente.

Primero de todo que hay tres cosas a las que les tengo miedo...: a los parques de atracciones con sus cosas por las alturas, a las cucarachas voladoras... y a las ollas express.

Y es que  los electrodomésticos están en mi contra. No sé por qué no le tengo miedo al horno... porque en 4 meses llevo dos quemaduras (una de ellas con una cicatriz en el brazo que promete quedarse para siempre.

Pues en esas estaba yo... siguiendo fielmente las instrucciones y que yo veía que no... que eso soltaba mucho vapor... que a mí lo de que se llenaran los azulejos y las hornillas de agua apimentonada no me terminaba de convencer... pero que mientras yo no me quemara... Malo tenía que ser.

El momento de abrir la olla llegó. Y armé la marimorena. Me puse un abrigo por delante para ponerme la capucha sobre la cara modo "astronauta" porque ¡¡¡yo no me quemaba!!!

TRANQUILIDAD.... señores... porque quemarme no me quemé ni un poquito.

Pero lo que asomaba al abrir la olla... distaba mucho de ser comestible...
Un caldo que era como agua mezclada con barro... Patatas medio crudas... y unas tristes judías pintas al fondo y ahí medio securrias y arrugadas.

Empiezo a consultar en el oráculo de los sabios (facebook) a ver qué es lo que me ha podido pasar.
"que no lo has tenido el tiempo suficiente" (ok... hasta ahí llegaba... era más que evidente)
... "¿has puesto a remojo las judías?" ¿¿¿¿CÓMOOOOORRRRRRR????


¡¡¡¡O sea... que ahora si uno quiere comer judías o garbanzos, tiene que saberlo con al menos un día de antelación!!!!! ¡¡¡¡Con lo improvisada que es mi vida!!!! ¡¡Lo que me faltaba!!

¡¡¡Pues vaya mierda la olla express!!!

Conclusión... como de improvisar se trataba... me hice un sandwich (al final comí a las 4... claro...)

Y terminé por "cocer" el mejunje al modo tradicional (hasta que resultó en una pasta extraña... eso sí... las patatas hechas y las judías también) Mañana igual las pruebo...


Ahora es cuando entiendo la indicación de la bolsa de las judías: 80-100 g por persona en peso seco... (Sí... soy muy pava... y cuando lo leí pensé que quién quería saber el peso ya cocinado una vez que la habías cagado en cuanto a la cantidad... Eso sí...¡ahí no pone nada del remojo! Qué indignación)

Dicho esto... no pongo fotos porque no quiero quitarle el apetito a nadie. La cocina está hecha un asco, salpicada por doquier...  En fin... imaginaos lo peor y multiplicarlo por 10... Pues os quedáis cortos.